Desde 2014, los 69 vanos del primer nivel del Coliseo cuentan con una protección adecuada, respetando la importancia que este emblemático edificio merece a los ojos del mundo gracias a Gonzato Contract. Se utilizaron 1,200 kg de hierro para cada una de las verjas. Se implementó un sistema de enganche refinado al travertino milenario para no alterar sus históricas estratificaciones. Además, se realizó una obra de ingeniería y artesanía para cumplir con los nuevos estándares de seguridad, que incluyen motorizaciones, aperturas antipánico, bisagras especiales, metalización y recubrimientos en polvo para hacer que las estructuras resistieran al paso del tiempo.

Los remaches, trabajados con habilidad para dar un efecto envejecido, en realidad cubren un perno de acero que preservará la estructura a lo largo de los años frente al deterioro ambiental.

Dado que es el monumento más visitado del mundo, durante los trabajos de restauración, el Coliseo nunca estuvo completamente cerrado para permitir la entrada normal de turistas. Por esta razón, los trabajos de construcción se dividieron en cuatro fases.

El peso total de las estructuras y la dinámica de la colocación requirieron el uso de equipos especiales. En estas fotos se representa claramente un detalle de la instalación. Después de ser colocadas, las verjas fueron fijadas por nuestro equipo de instaladores expertos.

Además de las verjas, a Gonzato Contract también se le encargó la producción e instalación de las barreras protectoras del lado sur del Coliseo, así como los mismos pasamanos representados aquí.

Estas estructuras, totalmente de acero inoxidable, sirven como protección al paso y están ancladas al suelo.